Pequeña Mia,
Hoy es 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer.
Ojalá cuando crezcas hayamos dejado de destacar esta fecha en el calendario como reivindicación y pasemos a hacerlo para recordar, para memorar y honrar a todas las mujeres que vivieron una pesadilla que ojalá pronto acabe y nunca nadie más tenga que pasar.
Que se acabe la violencia, que se acabe ya, contra la mujer, contra el hombre, contra cualquier género y sin ninguna excusa ni pretexto.
Porque el amor no duele, y si duele: no es amor. Es obsesión, es capricho, es dependencia, es inseguridad, puede ser muchas otras cosas, pero créeme, no es amor.
El amor no vigila.
El amor no controla fisicamente.
El amor no controla psicológicamente.
El amor no controla económicamente.
El amor no posee.
El amor no hace chantaje.
El amor no prohíbe.
El amor no cela.
El amor no ningunea.
El amor no coarta tu espacio.
El amor no infravalora.
El amor no miente.
El amor no chilla.
El amor no humilla.
El amor no insulta.
El amor no falta al respeto.
El amor no golpea.
El amor no mata.
Y si hace algo de lo anterior, lee bien pequeña Mia, bajo ninguna circunstancia es amor.
Y si dicen que el amor si no es una locura no es amor, no hagas caso mi niña que eso no es verdad. Porque las locuras que duelen, que hacen daño psicológico o físico, las locuras que matan, no son amor. Y no se puede permitir vivir bajo ese pretexto una historia que si hace algo de lo anterior, está muy lejos de ser de amor.
Así que pequeña mía, si cuando tu crezcas el respeto no se da por norma, por sentido común, por derecho, hazte respetar tú, recuerda lo que es amor y lo que no lo es para no ejercer ni permitir ninguna injusticia.
Quiérete, no permitas que nadie pretenda adueñarse de ti, que tú, eres tuya, te perteneces a ti misma y a nadie más.
Y si vives el amor, que sea de forma bonita, natural, respetuosa, feliz y sobre todo de forma libre y sana.